Este es un ejemplo para muchos países, el Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte es una de las entidades del gobierno que promueve el estudio
por los orígenes musicales españoles, su práctica y difusión. Es así como por
medio del Centro nacional de Difusión Musical pretende recuperar, poner en valor y difundir las músicas
históricas, en cualquiera de sus estilos, así como atender a otros repertorios
no habituales de la música clásica y de la tradición popular culta, que
requieran este apoyo específico para su adecuado conocimiento.
Pero la labor no termina ahí, también existe un
centro de documentación de música y danza, que cuenta con las bases de datos de
los eventos, cuenta con un repositorio virtual musical así como un buscador de
videos e imágenes, es así como El catálogo de su Biblioteca recoge
más de 27.500 registros entre monografías, partituras, grabaciones sonoras,
audiovisuales, programas de mano y carteles, relativos a la música y la danza
de producción y creación española, y todo tipo de obras de ambas
manifestaciones que se publican en España. El fondo de publicaciones
periódicas asciende a 602 títulos, la Biblioteca está suscrita a revistas
nacionales y extranjeras tanto de divulgación como de investigación de música y
danza.
Respecto a la historia musical española, se
identifica claramente una influencia griega y de la iglesia primitiva, el canto
hispánico fue sustituido una vez que Roma obtuvo el control de los
cristianos de la Península, y el rito romano fue impuesto y la música
sacra desarrollada localmente fue prohibida, quemada o eliminada.
A principios del siglo XVI se desarrolló un estilo
polifónico coral que estaba próximo al estilo de la escuela franco-flamenca de
música que gracias a que los músicos españoles recorrieran otros sitios del
imperio, y aprendieran de los países bajos, Alemania e Italia,
así como los españoles recibieron el conocimiento de
sus músicos al retornar de sus recorridos. Uno de los grandes sucesos
musicales fue el que agregaran la quinta cuerda a la guitarra.
La música folclórica en España
es tan variada como lo son sus regiones. Sin embargo hubo una serie de ritmos
extendidos por toda la península que, con el tiempo, o bien variaron haciéndose
distintos en cada región o desaparecieron en algunas y quedaron como
particulares de las otras: flamenco, la charrada, el chotis, el contrapàs, la
copla, el cuplé, el fandango, las habas verdes, la isa canaria, la jota, la
muñeira, el paloteo o ball de bastons, el pasodoble, las pardicas, la rebolada,
la sardana y los verdiales.
Pepe Marchena: Sevilla Milonga
El flamenco, influenciado
fuertemente por el folclore tradicional andaluz, suele ser asociado habitualmente
al pueblo gitano, así como la música pop española tiene sus comienzos a finales
del régimen de Franco. A finales de los años 1950 una generación de músicos y
cantantes que habían vivido la Guerra Civil habían empezado a retirarse. Al
mismo tiempo la música británica y norteamericana, en especial el rock and
roll, empezaban a influir al público español.
Lobo Hombre en París: La Unión
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