El Folklore: Esta modalidad es
compartida con Argentina y el Sur de Brasil. El conjunto de la región comparte
pautas culturales y tradiciones comunes tanto en las formas de trabajo y de
vida, la vestimenta, la alimentación y, por supuesto, la música. Los estilos
habituales son la zamba, los cielitos, la chamarrita y, en relación más
específica con Argentina, el chámame y lo que se denomina “el estilo”, así como
los valses criollos.
El folklore es
considerado la forma musical más común en la ruralía uruguaya. Sus orígenes son
lejanos –se remontan a la época de la colonia, siglos XVI y XVII- y han tenido
importantes expositores y autores en el Río de la Plata.
Caballo que no galopa: Héctor Palomeque
En segundo término,
el ritmo más propiamente uruguayo y principalmente montevideano es el candombe.
De origen africano, fue traído por los esclavos y muy tempranamente se instaló
en Montevideo a mediados del siglo XVIII. Los esclavos se reunían en el sur de
Montevideo, contra la costa del mar, y tocaban sus tambores -otrora construidos
con troncos de árboles- hoy en día éstos son hechos con las barricas de madera
en que se vende la yerba mate. Los tamaños de los tambores remitía a su origen
africano y son tres:“chico”, “repique” y “piano”. El volumen de éstos varía en
ese orden de menor a mayor.
El Candombe: Se originó como
una mascarada donde los esclavos vestían las ropas que ya no utilizaban sus
amos y en una fecha determinada -probablemente el 6 de enero, día de San
Baltasar- realizaban sus mascaradas burlándose en su lenguaje y con sus danzas
de sus amos u opresores. Posteriormente esa modalidad se va a convertir en lo
que hoy se denomina “las llamadas” un gran desfile y fiesta de la comunidad
negra donde el candombe interpretado por las comparsas es dueño de las calles
del sur de la ciudad. Rubén Rada y Jaime Ross son sus más destacados
exponentes.
Candombe "Llamadas"
El Tango: Finalmente
tenemos que es el otro de los grandes ritmos de la música popular uruguaya. Francisco
Canaro, Gardel, Julio Sosa, Razzano eran uruguayos que realizaron aportes
claves al tango tanto en lo interpretativo como en la composición. Sin embargo,
el tango uruguayo tiene una característica singular que lo diferencia del
argentino, es “divertido” o sea, sus letras tratan de temas jocosos, cotidianos
y alegres. “Garufa”, “Mama yo quiero un novio” son los más destacados entre
decenas de tangos uruguayos que dejan de lado el habitual lamento porteño para
sustituirlo por temas alegres de la vida o de personajes cotidianos.
La Cumparsita: Música Gerardo Matos
En cuanto al rock Uruguayo, éste se
diferencia de otros estilos, ya que suele verse influenciado por géneros
musicales propios del país, como el candombe o la murga
uruguaya, así como también por géneros propios de la región del Río de la Plata, como el tango o la milonga.
Es de esta fusión de ritmos, que puede darse en mayor o menor medida, que surge
el rock uruguayo, estilo musical que ha adquirido en el correr de los años una
identidad propia que lo caracteriza. Los críticos y fanáticos del rock
pesado y clásico no están de acuerdo con llamarle rock nacional al movimiento
liderado por bandas fusionadas con reggae y ska.
El rock más clásico y puro fue
representado en los 70s con bandas como Psiglo,
Días de Blues, Génesis, Montevideo Blues y Opus Alpha. Estas bandas
históricas son reconocidas no solo en Uruguay sino en otras partes de América.
El rock uruguayo va a tener un periodo
de repliegue durante la dictadura militar.
Muchos de sus músicos fueron
perseguidos y las actividades culturales estuvieron bajo observación. Es el
canto popular y de protesta que va a tener auge en ese momento.
En los
años noventa luego de que Buitres fuera la única banda con algo de influencia
plenamente rockera (dentro del punk y el rock and roll clásico) apareció Hereford, una de las primeras en el género.
El fin de la dictadura trae consigo una eclosión de bandas y éstas van a tener
características disimiles caracterizadas por un sentimiento de inconformismo en
la población.
Buitres: Mala Suerte
Resumen de una
entrevista a Fernando Lopez d’Alesandro, Profesor de Historia por el Instituto de Profesores
Artigas – República Oriental del Uruguay.
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